Resumen: Las Sagradas Escrituras son en sí misma la base de toda conclusión en asuntos de fe y poseen un papel fundamental y prioritario sobre la razón, la tradición y la iglesia.
Declaración:
La regla infalible para interpretar la Biblia, es la Biblia misma, y por tanto, cuando hay dificultad respecto al sentido verdadero y pleno de un pasaje cualquiera (cuyo significado no es múltiple, sino uno solo), éste se puede buscar y establecer por otros pasajes que hablan con más claridad del asunto. 1
(1)
El Juez Supremo por el cual deben decidirse todas las controversias religiosas, todos los decretos de los concilios, las opiniones de los hombres antiguos, las doctrinas de hombres y de espíritus privados, y en cuya sentencia debemos descansar, no es ningún otro más que el veredicto bíblico dado por el Espíritu Santo. En tal veredicto descansa la fe. 2
(2) Isa. 8.19, 20; Mt. 22.29-32; Hch. 28.23; Ef. 2:20
Breve bosquejo
A.-LA ESCRITURA ES CONCLUYENTE EN LA INTERPRETACIÓN DE SÍ MISMA:
B.-LA ESCRITURA ES CONCLUYENTE FRENTE A TODA CONTROVERSIA DOCTRINAL O RELIGIOSA.
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