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Baluarte de La Verdad, es un ministerio cristiano evangélico sin ánimo de lucro, para difundir la sana doctrina según nos ha llegado por la revelación contenida en los 66 libros de La Biblia, las cuales constituyen la única, toda suficiente, segura e infalible regla del conocimiento, fe y obediencia salvadoras.

viernes, 12 de enero de 2018

Conceptos Bíblicos Básicos de la Motivación Humana

Por David Powlison

   PRIMERA PARTE


"¿Por qué hice eso?" "¿Por qué hiciste eso?" Así como el bello rostro de Elena originó que fueran mil naves a la guerra de Troya, así también la pregunta "¿Por qué?" ha originado un millar de teorías de la naturaleza humana. ¿Por qué hace la gente lo que hace? ¿Eres un Aries con un Júpiter creciente? ¿Estás programado genéticamente para la agresión? ¿Son las hormonas de la ira las culpables? ¿Tus impulsos instintivos psicológicos están conflicto con las ordenanzas de la sociedad? ¿Tus deseos han sido reforzados por estímulos recompensantes? ¿Te quedaste fijado en algún punto de la jerarquía de la necesidad? ¿Estás compensando alguna inferioridad percibida? ¿Algún demonio llamado adicción se infiltró en tu personalidad? ¿Es tu temperamento melancólico o sanguíneo? "Yo hice eso porque..." El comportamiento tiene razones ser.

   Las Teorías de lo que hace a la gente actuar se encarnan en modelos de consejería. La consejería basada en la Escritura debe hacer justicia a lo que la Biblia dice acerca de los "porqués" y los "por lo tantos" del corazón humano. Este artículo hace dos cosas. La primera sección da material para pensar en una perspectiva bíblica de la motivación humana, y después ofrece 34 preguntas para hacer que pienses en los "pensamientos e intenciones del corazón" (Heb. 4:12). La segunda sección toma una de esas preguntas y la desarrolla, respondiendo una serie de preguntas acerca de la motivación comúnmente propuestas. Terminaré con la pregunta más importante de todas "¿Puedes cambiar lo que quieres?"

   "Preguntas Rayos X"

   Las siguientes preguntas proveen ayuda para discernir el patrón de la motivación de una persona. Tal entendimiento tiene el propósito de desenmascarar amos impíos que ocupan posiciones de autoridad en el corazón humano. Estas preguntas revelan tus "dioses funcionales", es decir, qué o quién en realidad controla tus acciones, pensamientos, emociones, actitudes, memorias y suposiciones. Nota bien: tus "dioses funcionales" en una situación particular a menudo están opuestos diametralmente a tu "Dios profesado."

   Considera cuando te sentiste ansioso y preocupado. Algo pasó: no podías sacarlo de tu mente. Algo está pasando: Estás siendo consumido por eso. Algo pasará mañana: Tu mente gira sobre eso una y otra vez. A medida que el pecado de la preocupación se profundiza en tu alma, tal vez tu recurras a alguna forma rápida de escapismo: ver televisión, masturbarse, leer una novela, ir de compras, tomar una cerveza, jugar algo. O tal vez te movilices para tener control: Hacer muchas llamadas telefónicas, trabajar toda la noche, limpiar tu casa. .. ¿Qué está pasando?

   Como cristiano tú profesas que Dios está en control de todo y que hace todo para su gloria y para tu bienestar. Tú profesas que Dios es tu roca y tu refugio en cualquier problema que enfrentes. Tu profesas que le adoras, que confías en él, que le amas y le obedeces. Pero en ese momento (hora, día o temporada) de ansiedad o escape tú vives como si tú necesitaras controlar todas las cosas. Vives como si el dinero, o la aprobación de alguien, o un sermón "exitoso" o tu calificación en el examen, o buena salud, o evasión de conflictos o salirte con la tuya o... importaran más que confiar y amar a Dios. Vives como si algún buen sentimiento temporal pudiera proveerte de refugio, como si tus acciones pudieran hacer que mundo se corrigiera. Tu dios funcional entra en competencia con tu Dios profesado. Los incrédulos están dominados totalmente por motivos impíos. Los verdaderos creyentes a menudo transigen, se distraen y se dividen severamente. 

   La santificación tiene el propósito de purificar tanto tu corazón como tu cuerpo, tanto tus motivos como tu comportamiento. Los dos son importantes. Imagínate que te sientas en una colina viendo un lago. Tú ves una lancha rápida surcando el agua. Tú ves y oyes que es el "comportamiento": acelera, hace maniobras, se balancea sobre otra estela a alta velocidad, de pronto apaga el motor, se detiene en una isleta y tira el ancla. ¿Por qué se comporta de esa manera? Si fueras capaz de verla de cerca descubrirías sus "motivos." Encontrarías que es lo que da fuerza y dirección al bote: un motor v-8 de 200 caballos de fuerza, un timón, la voluntad y las creencias del piloto. ¿Por qué la lancha se detuvo en la isla? ¿Para encontrar un tesoro escondido? ¿Para escapar de la Policía? ¿Para llevar a la familia en un día de campo? ¿Para probar la lancha para ver si la compraba? Para entender totalmente la lancha debes considerar tanto lo visible como lo invisible. La Biblia se dirige tanto a las razones como a los resultados. Para evaluar y "aconsejar" a la lancha rápida necesitas saber todo lo que se puede saber. 

   El Conocedor de corazones recompensará a cada persona de acuerdo con sus hechos (Jer. 17:10). La Escritura nunca separa motivo y comportamiento. El espejo de la Escritura expone a ambos. Las buenas noticias de la Escritura renueva a ambos. La lámpara de la Escritura guía a ambos. El "primer y grande mandamiento" directamente se dirige a los motivos: ¿Amas a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, mente y fuerzas? ¿O algo más divide y roba tus afectos? El "segundo gran mandamiento" directamente se dirige al comportamiento: ¿Amas a tu prójimo como a ti mismo? ¿O usas, burlas, temes, evitas, odias, ignoras a tu prójimo? El evangelio de Jesucristo es el puente que nos lleva de las tinieblas a la luz. La gracia estirpa de nosotros los corazones de piedra; la gracia remplaza las manos y la lengua que obran maldad. 

   Las preguntas que siguen son preguntas "Por qué" que están formuladas concretamente como preguntas "Qué." Estas preguntas pueden ayudarte a sacar qué es lo que le da dirección específica a la vida de una persona. "¿Por qué estás enojado? ¿Por qué le estás manipulando? ¿Por qué estás ansioso en esa situación? ¿Por qué tienes un problema de lascivia en este tiempo particular? ¿Por qué bebes con exceso?" La Biblia penetra por debajo de tu comportamiento y emociones para exponer tus motivos. El reorientar tus motivos a través de la gracia del evangelio puede ser seguido de una convicción de tus formas particulares de desorientación. 

   Cualquiera de estas preguntas puede ser hecha directamente a una persona en esta forma o en una forma alterada apropiadamente. Pero no siempre son preguntas para ser hechas directamente. Algunas veces es mejor simplemente escuchar y observar, indagando entre el fruto de la vida de una persona en búsqueda del patrón que revele su corazón. Recuerdo haber notado como un hombre, a quien yo aconsejaba, se disculpaba abundantemente cada vez que llegaba unos minutos tarde, con agitación y angustia evidentes. Luego descubrimos, que llegaba tarde porque no podía interrumpir su charla con otras personas, llamadas telefónicas o visitas por miedo a que no les agradara. Se disculpaba abundantemente porque tenía miedo que ya no me agradara. Esos pequeños pedazos de fruto (impuntualidad, agitación momentánea, disculpas exageradas) me llevaron a descubrir el patrón que gobernaba su vida. Y eso nos llevó a la gracia de Cristo para perdonar y el poder para hacer cambios prácticos. 

   Si las mentes se han de renovar, si los corazones han de ser transformados progresivamente, si el conocimiento de Dios ha de crecer, si el doble ánimo ha de ser convertido en una devoción singular por Cristo, entonces debes entender con exactitud estos asuntos. Un amor por Cristo agradecido y sincero depende de tal convicción inteligente. 

   Nota que cada pregunta gira alrededor del mismo asunto básico: ¿Quién o qué es tu dios funcional? Muchas de estas preguntas simplemente se derivan de los verbos que te relacionan con Dios: amar, confiar, temer, esperar, buscar, obedecer, refugiarse, y otros semejantes. Convierte cada verbo en una pregunta. Cada verbo sostiene un espejo para mostrarnos donde nos desviamos. Cada verbo sostiene una lámpara para guiarnos a la vida. Así, cada pregunta viene a la misma pregunta general. En situaciones individuales (tiempos diferentes, lugares, y personas) una u otra pueden ser más apropiadas o útiles. Las diferentes formas de formular las preguntas de motivación serán de impacto para diferentes personas.

   Estas preguntas pueden ser usadas en diversas maneras diferentes. Cada una puede enfocarse "microscópicamente" para disectar al detalle un incidente particular de la vida de una persona. O cada una puede enfocarse para dar una visión panorámica, para iluminar los patrones típicos y recurrentes que caracterizan la vida entera de la persona. Vas a encontrar con la experiencia en consejería y de tu crecimiento en la gracia que los detalles y la vista panorámica se complementan. El panorama únicamente es muy general; el cambio ocurre en las cosas específicas. Los detalles nada más parecen ser muy triviales; el panorama da un significado más grande a detalles insignificantes como una disculpa abundante. 

   Las referencias bíblicas tienen la intención de hacerte pensar. Son apenas un puñado de lo que la Biblia dice con respecto a lo que motiva a las personas. Asegúrate de preguntarte primero las preguntas de una manera existencial. ¿Qué es lo que te motiva a ti o a otro? No recurras a la "repuesta cristiana correcta" sin trabajar duro y honestamente para analizar cuáles son los "dioses funcionales." El arrepentimiento inteligente hará que las respuestas correctas sean realmente correctas y harán que el amor de Jesús sea tu gozo y tu esperanza.

   1. ¿Qué amas? ¿Qué odias? 

   Esta pregunta del "primer gran mandamiento" examina tu corazón, alma y fuerza. No hay otra pregunta más profunda que se le pueda preguntar a cualquier persona. No hay explicación más profundo del porqué haces lo que haces.

   2. ¿Qué quieres, deseas, anhelas, codicias? ¿Los deseos de quien obedeces?

   Esto resume las operaciones internas de la "carne" en las epístolas del Nuevo Testamento. Nota, algunas veces la voluntad de otra persona de gobierna (presión de grupo, agradar a las personas, comportamiento de camaleón). El anhelo de tu corazón en tales casos es obtener cualquiera que sea el bien que te prometen y evitar el mal con el que amenazan.

   3. ¿Qué buscas, te propones, persigues? ¿Cuáles son tus metas y expectativas?

   Esto te dice que tu vida es activa y se mueve en una dirección.

   4. ¿En donde cifras tus esperanzas?

   La dimensión futura es prominente en los motivos humanos. La gente enérgicamente se sacrifica para obtener lo que esperan; ¿Qué es esto? La gente en desesperanza tiene sus esperanzas hechas pedazos; ¿Cuáles eran esas esperanzas?

   5. ¿A qué temes? ¿Qué no quieres? ¿De qué tiendes a preocuparte?

    Los temores pecaminosos son la parte inversa de los anhelos.

   6. ¿Qué te gustaría hacer?

   Esta pregunta lo mismo que la 2, ¿Qué deseas? Quiere decir que quieres hacer de tus deseos la guía de tu vida.

   7. ¿Qué piensas que necesitas? ¿Cuáles son tus necesidades sentidas?

   Si las preguntas 2 y 3 exponen los propósitos de la actividad, esta pregunta expone el propósito de recibir. Las necesidades sentidas frecuentemente se toman como necesidades para ser satisfechas, no como amos esclavizantes engañosos.

   8. ¿Cuáles son tus planes, agendas, estrategias e intenciones diseñadas para ser logradas?

   Esta es otra manera de determinar lo que estás buscando.

   9. ¿Qué te hace andar? ¿Qué sol hace que tu planeta gire? ¿Donde encuentras tu jardín deleite? ¿Qué ilumina tu mundo? ¿De qué fuente de vida y satisfacción bebes? ¿Qué comida sostiene tu vida? ¿Qué es realmente importante para ti?

   Muchas metáforas pueden expresar la pregunta: "¿Para qué vives?

   10. ¿Dónde encuentras refugio, seguridad, comodidad, escape, placer?

   Esta es la pregunta de los Salmos, que excava en tu escapismo y falsa confianza.

   11. ¿En qué o en quién confías?

   El verbo confiar es uno de los verbos mayores que te relacionan con Dios o con falsos dioses y mentiras.

   12. ¿Las acciones de quién importan para ti? ¿Sobre los hombres de quien reposa el bienestar de tu mundo?

   Esta excava en la auto-justificación, o el vivir a través de tus hijos, o cifrar tus esperanzas en encontrar el cónyuge correcto.

   13. ¿A quién debes complacer? ¿La opinión de quién cuenta para ti? ¿De quién deseas aprobación y temes el rechazo? ¿Con el sistema de valores de quién mides el tuyo? ¿Ante los ojos de quién vives?

   Cuando dejas a Dios, entras a una jungla de confusión. Tiendes a vivir delante de tus propios ojos o ante los ojos de otros (o ambas cosas).

   14. ¿Quién es tu modelo? ¿Qué tipo de persona piensas que debes ser o quieres ser?

   Tu "ídolo" te revela a ti mismo.

  15. En lecho de la muerte, ¿Cuál será el resumen del valor de tu vida? ¿Qué le da a tu vida significado?

   Esta es la pregunta Eclesiastés. El libro examina varias opiniones y encuentra que todo es vanidad excepto algo. En algún punto, haz una traducción de Eclesiastés 2 a palabras modernas equivalentes.

   16. ¿Cómo defines éxito o fracaso en cualquier situación particular?

   Los estándares que sirves pueden estar muy distorsionados. Dios quiere renovar tu "consciencia," por medio de la cual te evalúas y evalúas a otros.

   17. ¿Qué te haría sentirte rico, seguro, próspero? ¿Qué te haría sentir feliz?

   La Biblia habla a menudo de los motivos usando la metáfora de tesoro.

   18. ¿Qué te traería el mayor placer, felicidad y deleite? ¿Qué te traería el mayor dolor y miseria?

   La bendición y la maldición son maneras en las que la Biblia habla de la felicidad y la miseria.

   19. ¿La subida al poder de quién hará las cosas mejores?

   La gente invierte vasta confianza en el poder político

   20. ¿La victoria o el fracaso de quién hará feliz tu vida?

   ¿Cómo se revela el interés personal interno? Algunas personas "viven o mueren" de acuerdo a los logros de un equipo deportivo local.

   21. ¿Qué consideras tu como tus derechos? ¿A qué te sientes con derecho?

   Esta pregunta a menudo ilumina los patrones de motivación de la gente enojada, agraviada y autocompasiva.

   22. ¿En qué situación te sientes presionado o tenso? ¿En cuál, confiado y relajado? ¿Cuando estás presionado a donde recurres? ¿En qué piensas? ¿Cuáles son tus escapes? ¿De qué escapas?

   Esta pregunta llega al punto desde otra dirección diferente. Muchas veces ciertos patrones de pecado dependen de la situación. El analizar la situación puede sostener un espejo para los motivos del corazón

   23. ¿Qué quieres obtener de la vida? ¿Qué paga buscas de las cosas que haces? ¿Qué sacas al hacer eso?

   Esta es una manera concreta de repetir las preguntas 3 y 8, en búsqueda de tus metas operativas.

   24. ¿Por cuáles cosas oras?

    Tus oraciones a menudo revelan el patrón de tu falta de balance y egocentrismo. De las muchas cosas posibles que puedes pedir, ¿en qué te concentras?

   25. ¿En qué piensas con mayor frecuencia? ¿Qué te preocupa o te obsesiona? En la mañana, ¿Hacia dónde se dirige tu mente instintivamente?

   Pon un espejo a tu tendencia para que puedas redirigir tu dirección.

   26. ¿De qué hablas? ¿Qué es importante para ti?

 Esta pregunta y la siguiente asumen una conexión muy cercana entre los motivos y el comportamiento. Toma nota de lo hablan tú y los demás.

   27. ¿Cómo pasas tu tiempo? ¿Cuáles son tus prioridades?

   Toma nota de lo tú y otros escogen hacer.

  28. ¿Cuáles son tus fantasías características, ya sean placenteras o de temor? ¿En qué sueñas despierto? ¿Alrededor de qué giran tus sueños nocturnos?

   Aunque estemos más o menos separados de la consciencia, seguimos siendo seres humanos responsables. Los patrones de preocupación y deseo se revelan en el ensueño.

   29. ¿Qué creencias sostienes con respecto a la vida, a Dios, a ti mismo y a otros? ¿Cuál es tu cosmovisión, tu "mitología" personal que estructura la manera en la que ves e interpretas las cosas? ¿Cuál es tu creencia específica acerca de esta situación? ¿Qué valoras?

   Hebreos 4:12 habla de "los pensamientos y las intenciones" del corazón. Tal vez podamos traducir esto como "creencias y deseos". Tanto las mentiras que crees como la codicia sustentan pecados visibles.

   30. ¿Cuáles son tus ídolos o dioses falsos? ¿En dónde pones tu confianza o tus esperanzas? ¿Hacia dónde te vuelves o buscas? ¿Dónde te refugias? ¿Quién es el salvador, juez y controlador de tu mundo? ¿A quién sirves? ¿Qué "voz" te controla?

   Esta lista de preguntas busca las cosas que han usurpado el lugar de Dios. Cada una de éstas puede ser llamada metafóricamente "ídolos" a los que les das tu lealtad.

   31. ¿De qué manera vives para ti mismo?

   Esta es una manera general de preguntar cualquiera de las preguntas anteriores.

   32. ¿De qué manera vives como un esclavo del diablo?

   La motivación humana no es meramente "psicológica" o "Psicosocial" o "Psicosocial-somática". Cuando sirves a la codicia y las mentiras estás sirviendo al enemigo quien desea engañarte, esclavizarte y matarte.

   33. ¿De qué manera dices implícitamente, "Si tan solo…" (Obtener lo que quieres, evitar lo que no quieres, mantener lo que tienes).

   Los "Si tan solo..." son una manera sencilla de desenmascarar muchas motivaciones para crear autoentendimiento bíblico y arrepentimiento.

   34. ¿Qué es lo que instintivamente sientes y te parece correcto? ¿Cuál es tu opinión, las cosas que sientes que son verdad?

   Tú no sólo sientes deseos de hacer algunas cosas (Pregunta 6), sino que también sientes que ciertas cosas son verdaderas. Por el contrario, la sabiduría es corregible a medida que escucha y aprende.

   Este conjunto de preguntas puede hacerte pensar. Déjame reforzar dos puntos en conclusión. He hallado estas preguntas muy útiles para mantener mi vida derecha, tanto en consejería como en buscando arrepentimiento de mis propios pecados. Primero, mi regla básica es una pregunta con dos aspectos: "¿Qué deseos y mentiras están siendo expresados por este patrón de vida pecaminoso?" Excava bajo la irritabilidad, el egoísmo, la desesperanza, el escapismo, la autocompasión, temores irracionales, quejas, etc. y encontrarás un mosaico de mentiras específicas que se creen y deseos que se persiguen. La Escritura te capacita para dar con ellos.

   Segundo, los verbos que relacionan a la gente con Dios deben formar parte activa de tu pensamiento. La gente está siempre haciendo algo con Dios. Los seres humanos inescapablemente o aman a Dios o aman cualquier otra cosa. Nos refugiamos en Dios o en cualquier otra cosa. La Escritura tomará un nuevo sentido cuando desarrolles una atención hacia los verbos que nos relacionan con Dios. Tal perspectiva provee un poderoso entendimiento tanto en consejería evangelística como para ayudar a los santos.

   Recuerdo cuando aconseje a un hombre que habitualmente escapaba de las presiones de la vida viendo televisión, comiendo, jugando juegos de video, en el alcohol, la pornografía, colecciones y novelas de ciencia ficción. ¿Dónde debíamos comenzar? ¿Podría encontrar pasajes que enfocaran sus problemas? No estaba seguro por donde comenzar. Entonces, me vino una idea: Intenta comenzar con los Salmo como un todo. Casi cada Salmo, presenta de una u otra manera al Señor como nuestro refugio en los problemas. Los Salmos implícitamente y explícitamente amonestan a los que toman refugio en cualquier otro lado. Los Salmos nos impulsan a conocer y obedecer a Dios en las trincheras de la vida. Este hombre se sintió vagamente culpable por algunos de sus comportamientos malos. Pero no podía ver el patrón o la seriedad. Sus esfuerzos de cambio quedaron a medias y no fueron exitosos. Al quedar convencido del pecado específico de su corazón (volverse de Dios a los ídolos), despertó y le hizo ver sus pecados de conducta de una nueva manera. Inclusive comenzó a identificar pequeños trucos de escapismo que ni siquiera se había dado cuenta que los hacía. La gracia de Cristo comenzó a ser real y necesaria. El empezó a estar motivado para cambiar prácticamente, es decir, enfrentar la presión y las responsabilidades para la gloria de Dios.

   En la próxima sección, me concretaré a una familia de preguntas en particular. "¿Qué quieres, deseas, anhelas, codicias?" Como hemos visto, hay muchas maneras de llegar a un tópico de motivación de una manera bíblica, pero esta es la más fructífera. Los autores del Nuevo Testamento repetidamente aluden a los deseos controladores de la vida cuando resumen la dimensión interna de nuestra lucha con el pecado.  (Continua.....)



   

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